La salvación de Grecia es Grecia

La situación de Grecia vuelve a ser desesperada. A falta de un mes para que su gobierno muera por asfixia económica, los principales partidos helenos se oponen a aceptar las condiciones impuestas por el FMI, el BCE y la C.E. para desbloquear el segundo paquete de rescate. Razón desde luego no les falta: la “troika” reclama nuevos ajustes (rebajas salariales, menos gasto, más privatizaciones, etc) y la oposición argumenta que esas medidas tan sólo traerán recesión y más pobreza al país.

Ahora bien. Esta postura de los partidos opositores –con quien vuelve hoy a negociar el Ejecutivo de Papademos- debe tener el recorrido más corto posible. En primer lugar porque el país necesita la ayuda financiera. En segundo lugar porque es la única manera de que también salga adelante el casi cerrado acuerdo con la banca para llevar a cabo una quita de en torno al 70%. Y en tercer lugar, porque el Primer Ministro ha amenazado con dimitir, lo que podría abrir una crisis política sin precedentes.

Grecia necesita una oposición responsable, que sea consciente de la situación actual del país. Estamos ante un enfermo que necesita respiración asistida tras pasar por el quirófano, pero si no se le opera, es tontería gastar más esfuerzos en intentar salvarle. Lo malo de todo, es que la salvación depende de él mismo.