Silvio Berlusconi a la española

Pero es que hoy, el diario El Mundo, desvela que también en el PSOE había sobres ocultos… Escándalos que vienen a demostrar, en contra de lo que algunos se empeñan en hacernos creer, que corruptos hay en uno y otro lado, y que ninguna formación tiene la exclusividad. Que muchos se han convertido en una casta que, a costa de la subvención, el erario público, las donaciones y las mordidas por la espalda, viven al margen de la función para la que entraron en la política: el servicio al ciudadano.

Creen que la vida pública es la de servirse a sí mismos, y no la de servir a los demás. Una situación que está provocando un desgaste sin precedentes de su imagen, como demuestra el CIS cuando señala a la política como uno de los grandes problemas de este país. Pero la situación daña también la imagen de nuestro país en el exterior. Según Transparencia Internacional España ocupa el puesto 30 en una lista de 176 países sobre corrupción, un puesto que lo sitúa a la altura de Botsuana, lejos de las cabezas del Norte de Europa y que viene a demostrar la necesidad de adoptar medidas urgentes para cortar de raíz un problema que amenaza con convertirse en algo oriundo de nuestro país. El Gobierno quiere poner en marcha una Ley de Transparencia -¿con qué cara? y ya hay quien habla de un gran pacto entre socialistas y populares contra la corrupción en los partidos políticos.

Se trata de salvar la cara de esas miles de personas que se dedican a la política y que, a buen seguro, son honradas. Pero tan culpables son de lo que ocurre como lo somos usted y yo. La política española sigue el camino de la italiana. Una política de sentir futbolístico, donde los colores –y no la gestión ni las ideas- es la que prima, por encima de lo que pueda ocurrir. Miren sino Valencia, miren Andalucía, y otros tantos y tantos casos… ¿Y saben por qué? Porque tienen poder, dinero, el funcionamiento de este país casi les da impunidad… Y eso es, al final, lo que todos queremos querer. Pequeños Silvio Berlusconi a la española.