La vida y la esperanza

Lo que  nos faltaba. Recortes de esperanza. Cuando creíamos que estábamos perdiendo esencia, resulta que también perdemos existencia. Parece que la crisis, lentamente,  siguiendo la estrategia del agua, va inundando y contaminando todos los indicadores.  Veamos un poco los datos.

En el año 2010, la esperanza de vida, al nacimiento, para el conjunto de España,  era de  81,95 años,  para ambos sexos. Según los datos últimos , de  Julio de 2010 a Junio de 2011,  este valor pasa a ser de 81,87. La pequeña diferencia es de 0,0976 puntos porcentuales. 9,76 puntos básicos. Y tan básicos. Son vitales y nunca mejor dicho. Si lo medimos en días resultan 29. Por tanto , la vida esperada se acorta  nada menos que en un mes. Por Comunidades Autónomas, la mayor esperanza de vida corresponde a Navarra y a la Comunidad de Madrid, ambas por encima de los 83 . La diferencia entre hombres y mujeres, para el total nacional alcanza los 6 años a favor de la mujer. Y a partir de los 65 años, la esperanza,  que era de 20,44 años para ambos sexos en el 2010, baja a 20,39 años en el período de Julio de 2010 a Junio de 2011. Aquí la diferencia entre hombres y mujeres es de 4 años, también a favor de la mujer. A destacar, pues, la diferencia de 6 años al nacer y  de 4 a partir de 65 años. ¿Y la igualdad?

Según nota aclaratoria a los datos facilitados, la esperanza de vida al nacimiento es el número de años que viviría, de media, las personas de una generación sometida, en cada edad, a la tasa de mortalidad que se observa en el período analizado. Y a los 65 años, se aplica el mismo criterio pero a partir de esa edad. En resumen, valora el “peso” de muertes en cada edad., es un cálculo ponderado y no representa la esperanza matemática en cuanto a cálculo de probabilidades.

Y, para terminar, de acuerdo.. Baja ligeramente la esperanza de vida. Pero, aunque baje su indicador, no perdamos nunca la esperanza como valor. Mientras, sigamos los consejos de Séneca: “ el tiempo que tenemos no es corto, pero perdiendo mucho de él, hacemos que lo sea y la vida es suficientemente larga para ejecutar en ella cosas grandes…”

 

José Antonio Saldaña Peña