Noticias económicas de risa

No somos conscientes, pero el esperpento se sirve a menudo en forma de noticias económicas. No sé si la culpa es de redactores demasiado poco preparados, de jefes demasiado poco preocupados, de gabinetes demasiado poco transparentes, o de un poco una mezcla de todo.

Viene al caso lo anterior por una nota de agencia, de una agencia bien célebre, que aborda las medidas no convencionales con las que amaga el Banco Central Europeo de un tiempo a esta parte, quizá confiado en inyectar placebo en unos mercados exhaustos. La nota dice, tal cual, lo siguiente: “En su intento por alejar los riesgos de la deflación, el máximo responsable del BCE declaró (…) que vigilará los riesgos para la proyección de inflación”. Fetén, oigan. Ni la parte contratante de la primera parte supera un salto mortal léxico como este que les expongo, con tirabuzón y sin paracaídas.

Recuerdo un episodio similar cuando quien esto firma era un renacuajo. Mi hermano, entonces tan canijo como yo, le preguntó a sus padres, que son los míos, que por qué los diccionarios eran tontos. “Mirad –explicó con parsimonia infantil–. Violación: acto de violar. Violar: acción que desemboca en violación”. A pesar de lo grueso del término elegido por mi fraternal lector de diccionarios, la evidencia del absurdo fue tal que toda la casa estalló en una carcajada. Y algo similar me ocurre cuando leo alguna noticia económica, que es tan absurda, que lo mejor es reírse a mandíbula batiente.

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