El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha estimado en 15 millones de euros el coste del robo de cobre del domingo en Montcada Bifurcació (Barcelona) –que provocó una avería generalizada en el servicio de Rodalies, coincidiendo con la jornada electoral– y prevé un plazo de dos meses para restituir el funcionamiento habitual.
De los 15 millones, ha dicho que destinarán unos 4 millones a reponer los bienes afectados y unos 5 millones a la prestación de servicios alternativos, y ha atribuido el resto al lucro cesante, en rueda de prensa este lunes junto al presidente de Renfe, Raül Blanco, y el presidente de Adif, Ángel Contreras.
Puente ha defendido que «ni Renfe ni Adif tienen ningún tipo de responsabilidad» en este episodio, que ha enmarcado en incidencias ajenas a los gestores, y ha calificado a ambas empresas de víctimas.
Ha asegurado que las incidencias «bajarían muchísimo» con el cese de actuaciones deliberadas para dañar el servicio que en Catalunya ha calificado de anormalmente altas: según los datos que ha facilitado, es el territorio del Estado en la que más abundan.
Ha cifrado en más de 75.000 los usuarios afectados el domingo y en casi 400.000 los que utilizan a diario Rodalies para desplazarse, de los cuales ha señalado que un 30% han podido sufrir afectaciones por la alteración del servicio de este lunes.
NO DESCARTA SABOTAJE
El ministro ha anunciado que el Gobierno presentará una denuncia el martes y ha lamentado que el robo de cobre provocó «una alteración del hecho democrático más importante que se puede producir en una democracia».
Puente ha sostenido que el robo «apunta en una dirección muy clara» porque cree que la cantidad de cable sustraída prácticamente no tiene gran valor en el mercado negro y ha sido en un punto de difícil acceso.
«Yo no afirmo sabotaje, pero no lo puedo descartar», ha sostenido, y ha cifrado entre los 200 y los 500 euros –tirando por lo alto, ha dicho– el valor del cobre robado, teniendo en cuenta que, por un lado, el valor del material es de unos seis euros al kilo y que en un metro de cable puede haber como mucho dos kilos y, por otro lado, que en el mercado negro el precio baja sustancialmente.
Ha reprochado a los Mossos d’Esquadra que, a su modo de ver, sí hayan descartado el sabotaje sin impulsar la investigación pertinente y les ha atribuido las responsabilidades en materia de actos vandálicos, robos y seguridad sobre las personas, ámbitos en los que ha calificado el rol de Adif y Renfe de complementario y subordinado.
Sobre las 3.30 horas de la madrugada, la subestación de Montcada Bifurcació sufrió un cortocircuito «de gran intensidad» por un corte de cable, que después apareció sobre un elemento metálico de las instalaciones de seguridad, con lo que, a su vez, provocó una sobretensión.
CABALLO DE BATALLA
El ministro ha lamentado que «las infraestructuras se han convertido en este país en un caballo de batalla en el que se hace uso político» y ha reprochado a responsables de la Generalitat que atribuyeran la responsabilidad de la incidencia a Renfe y Adif cuando –textualmente– sabían perfectamente que la responsabilidad no estaba en ellas.
También ha acusado al PP y a Vox de decir que ello «era cosa de los CDR y que, bueno, poco menos que estaba en el independentismo detrás», y ha explicado que optó por no comparecer el domingo para evitar contribuir en un debate que ve fuera de lugar.
Ante esta situación, ha pedido reaccionar «todos a una» ante estas actuaciones y rechazarlas, en lugar de que partidos y administraciones intenten sacar rédito de ellos.
Ha defendido que «en ningún caso falló la información», si bien ha convenido en que hay margen de mejora en la cuestión y que desde el Gobierno trabajan en ello y, en esta línea, Blanco ha señalado la incorporación de 46 profesionales al servicio de información mientras dura la incidencia.
TRASPASO Y FINANCIACIÓN
El ministro ha desvinculado las incidencias en el servicio de Rodalies de la inversión que realiza el Gobierno en el servicio: «De infrafinanciación nada, no hacemos otra cosa que invertir», ha asegurado.
«Ya puede estar muy bien financiado el servicio, que si estas actuaciones se siguen repitiendo, seguiremos teniendo el mismo número de incidencias. No entiendo la correlación», ha advertido.
También ha desvinculado la incidencia del traspaso de Rodalies a la Generalitat –«eso no debería tener ninguna relación», ha dicho–, ha asegurado que el proceso acaba de empezar, que es –textualmente– tremendamente complejo y que va a llevar un tiempo.