Paradores alimenta sueños y bate récords en sus restaurantes

Durante el puente del Pilar se sirvieron un 27% más de comidas y ocupación media de la cadena pública hotelera superó el 92%

Atrás quedan los años de agonía de Paradores, aquellos en los que los ajustes en la plantilla hacían tambalearse los pilares de una histórica cadena que abrió la puerta del momumental edificio del Alto del Risquillo, en plena sierra de Gredos en 1.928.

Durante el puente del Pilar los restaurantes de Paradores sirvieron un 27 por ciento más de comidas y cenas que el año pasado y la ocupación superó el 92 por ciento. Así entre el viernes 9 de octubre y el lunes 12  fueron 37.352 (7.899 más que en 2014) comensales los que disfrutaron de las tradicionales viandas de la cocina del casi centenar de establecimientos con los que cuenta la cadena pública hotelera.

La cocina de Paradores es una forma de conocer la cultura gastronómica de cada una de las regiones de España a partir de una mezcla tradición y modernidad que se dividen en tres tipos de restauración: Tamizia, con una cocina informal, adaptada a las tendencias más actuales; Marmitia, donde predomina el sabor de cada uno de los lugares; y Especia, que combina un servicio de «altísima calidad con recetas actualizadas».

Éxito en La Rioja

Más de 19 puntos en el índice de ocupación con respecto al año pasado, o lo que es lo mismo, un 92,40 por ciento de habitaciones llenas es el balance de lo que ha significado el puente del Pilar para Paradores. De hecho, según informa la cadena, «los datos obtenidos han sido los mejores que ha ofrecido Paradores, en este periodo, desde el ejercicio de 2009».

Sin embargo, de entre todo destaca el éxito de La Rioja, en la que se alcanzó un 98 por ciento de ocupación, seguida de Navarra con un 96,9 por ciento y Aragón, con el 96,72 por ciento.