Samsung ha retomado la corona como la marca de celulares más popular del mundo y busca mantener este sitio con sus nuevos gama media.
El Samsung Galaxy A55 amplifica las bondades de su antecesor, el Galaxy A54 con algunos cambios en el diseño y en el hardware. Esta ha sido nuestra experiencia.
El Samsung Galaxy A55 tiene una apariencia bastante premium, que llega gracias en parte a cambios en sus materiales de construcción. El aluminio reemplaza al plástico en el chasis, brindándonos un teléfono que se siente más macizo.
La tapa trasera con Gorilla Glass también nos brinda una apariencia más llamativa con un atornasolado, destacando el enfoque de Samsung en tener un celular que se vea más juvenil.
Samsung mantiene la buena costumbre de brindar resistencia al agua y al polvo IP67.
Mientras otras marcas Android reformulan el diseño constantemente, Samsung mantiene un lenguaje que habla sobre su posicionamiento. Algo similar a lo que muestra Apple.
Samsung Galaxy A55: no podría fallar en la pantalla
La pantalla es un ámbito en el que Samsung destaca, por lo que no esperamos menos del Galaxy A55.
Si bien se repiten especificaciones del Galaxy A54 como el panel Super AMOLED con 120Hz de refresco, HDR10+ y picos de 1000 nits en brillo, tenemos nuevas cosas.
El panel crece de 6.4 a 6.6 pulgadas, esto sin darnos un dispositivo más grande. A esto se le suma Gorilla Glass Victus+.
La pantalla del Galaxy A55 también incorpora el lector de huellas, el cual hemos encontrado bastante rápido y precioso.
En general, un dispositivo que se presta muy bien al contenido en streaming. Y si no tienes audífonos, el sonido estéreo es un plus.
Samsung repite el combo de sensores traseros con una cámara principal de 50MP con estabilización óptica, junto a un ultra gran angular de 12MP y un macro de 5MP.
Podemos apreciar mejoras en el procesamiento y buenas sorpresas al tomar fotos de noche.
