Saracho, sucesor de Ángel Ron, asegura que el Popular «era el mayor problema del sistema bancario europeo»

El expresidente del Banco Popular Emilio Saracho aseguró este jueves que cuando llegó a la Presidencia de la entidad en febrero de 2018 el Popular “era el mayor problema del sistema bancario europeo” y que cuando aceptó el cargo sabía lo que podría ocurrir.

Así lo indicó durante su comparecencia en la comisión del Congreso de los Diputados que investiga la crisis financiera, a la que acudió para responder a las preguntas de los diputados en relación a su gestión al frente del Banco Popular y la resolución por la que la entidad fue vendida por un euro al Banco Santander en junio de 2017, momento en el que Saracho presidía el banco.

En su intervención, Saracho señaló que el Popular tenía “un incendio de proporciones masivas en su Consejo de Administración, a la luz del día, en un debate público”, y que estaba “en una crisis patente y notoria desde hacía tiempo”. Por ello, indicó que cuando le ofrecieron la Presidencia de la entidad por primera vez la rechazó, al considerar que sería una «irresponsabilidad porque desconocía lo que necesitaba el banco», pero que, tras la insistencia del Consejo de Administración, aceptó el nombramiento.

Así, afirmó que, al contrario de lo expresado por su predecesor, Ángel Ron, quien fuera presidente de la entidad durante 12 años, “yo estoy lejos de estar perplejo”, y rechazó cualquier responsabilidad sobre el estado en el que finalmente heredó la gestión del banco. “Esta pelota no era mía”, aseguró.

En este sentido, Saracho resaltó que durante los 108 días que estuvo al frente del Banco Popular no tiene “más que agradecimientos” para todo el equipo de la entidad, de la que aseguró que “en ningún momento dejaron de hacer todo lo que pudieron” para salvar a la entidad.

“Todo lo que hicimos fue lidiar con esa crisis galopante lo mejor que pudimos”, afirmó, señalando que, aun así, no tiene “ninguna sensación del deber cumplido”. Además, el expresidente de la entidad explicó que cuando accedió al cargo el Consejo “estaba en guerra abierta, dividido en mitades”, y que, según le habían comentado, en lo único en lo que se pusieron de acuerdo fue en su nombramiento como sucesor del anterior presidente, Ángel Ron.