El conglomerado industrial japonés Sony obtuvo un beneficio neto atribuido de 1,17 billones de yenes (8.930 millones de euros) al cierre de su año fiscal, que concluyó el pasado 31 de marzo, lo que representa un incremento del 101% respecto del resultado contabilziado en el ejercicio anterior.

Los ingresos de Sony entre abril de 2020 y marzo de 2021 aumentaron un 8,9%, hasta 8,99 billones de yenes (68.630 millones de euros), con un incremento del 34,3% de la facturación del negocio de videojuegos, hasta 2,65 billones de yenes (20.230 millones de euros).

De su lado, la división de música aumentó un 10,6% sus ventas, hasta 939.867 millones de yenes (7.175 millones de euros), mientras que los ingresos de la unidad de películas disminuyeron un 25%, hasta 758.767 millones de yenes (5.792 millones de euros).

Por su parte, el negocio de electrónica facturó un 3,5% menos, hasta 1,92 billones de yenes (14.660 millones de euros), mientras que el área de imagen redujo un 5,4% sus ingresos, hasta 1,01 billones de yenes (7.710 millones de euros).

Entre los meses de enero y marzo de 2021, el beneficio neto atribuido de Sony aumentó casi ocho veces respecto del mismo periodo de 2020, hasta los 107.000 millones de yenes (817 millones de euros), mientras que los ingresos de la multinacional sumaron 2,22 billones de yenes (16.950 millones de euros), un 27% más.

La compañía japonesa espera cerrar su actual ejercicio, que concluirá el 31 de marzo de 2022, con una cifra de negocio de 9,7 billones de yenes (74.050 millones de euros), un 7,8% más, mientras que prevé alcanzar un beneficio neto atribuido de 660.000 millones de yenes (5.038 millones de euros), lo que representaría una caída del 43,7% respecto del último ejercicio.