S&P rebaja en hasta 5 millones su previsión de ventas globales de vehículos por la crisis de los chips

S&P Global Ratings, tras revisar sus previsiones de ventas globales de vehículos para el cierre del año, estima que aumentarán moderadamente entre un 2% y un 4% en comparación con su anterior estimación, hasta un volumen de menos de 80 millones de unidades.

La agencia de calificación crediticia ha actualizado sus previsiones de matriculaciones mundiales realizadas el pasado mes de mayo, que entonces contemplaban un cierre de ejercicio con entre 83 y 85 millones de vehículos matriculados en todo el mundo, lo que supondría una subida interanual de entre el 8% y el 10%.

Así, S&P ha revisado a la baja sus previsiones sobre el mercado automovilístico, debido a la escasez cada vez mayor de semiconductores, que desde la firma contemplan que se prolongue hasta el año que viene.

Es por ello, que de la misma forma, han rebajado sus previsiones también para el año 2022. De los 87 millones previstos para el próximo año, S&P estima que finalmente se vendan unos 84 millones de vehículos, dado que las restricciones de la producción se aliviarán gradualmente. Esto conducirá a una recuperación de las ventas de vehículos para finales de 2023, con unos 90 millones de unidades.

«Las condiciones macroeconómicas siguen siendo bastante favorables a nivel mundial, a pesar de una recuperación del impacto de la Covid-19 más plana de lo esperado», explican desde la agencia de calificación crediticia.

Asimismo, desde S&P aseguran que la crisis de la cadena de suministro no será el único factor que podría afectar a las calificaciones crediticias de los fabricantes de automóviles.

Esta crisis, según S&P, destaca la importancia crítica de la gestión de la cadena de suministro para los fabricantes de vehículos y ha expuesto áreas de vulnerabilidad.

«Los cuellos de botella de los microchips son aún más agudos debido al creciente contenido tecnológico de los vehículos más digitalizados y conectados que llegan al mercado», aseguran.

Por ello, crece el número de alianzas en esta área (como Volkswagen con Infineon, Hyundai-Magnachip, General Motors con Qualcomm, Renault-Qualcomm, Mercedes-Benz con Nvidia, Toyota con Panasonic y Stellantis con Foxconn), no solo para asegurar el suministro, pero para obtener un mayor control sobre el diseño y desarrollo de los semiconductores.

De la misma forma, S&P considera que los fabricantes protegen su calidad crediticia gracias a las ayudas al sector para la compra de vehículos, pero recomienda cautela en cuanto a si el impulso positivo de los precios seguirá siendo sostenible una vez que se normalicen los niveles de stock. «Los altos precios y los bajos inventarios están empujando a los compradores fuera del mercado de automóviles nuevos hacia el mercado de usados», explican.

LA ELECTRIFICACIÓN SE ACELERA

A pesar de una desaceleración general en las ventas de vehículos en los mercados más críticos del mundo para la industria automotriz (China, Europa y EE.UU.), desde la agencia indican que el porcentaje de las ventas de los coches eléctricos sigue aumentando impulsado por las regulaciones en los vehículos de combustión y a pesar de las continuas preocupaciones sobre el desarrollo de la infraestructura de carga.

En consecuencia, S&P espera una penetración mundial de vehículos eléctricos en el rango del 7% al 10% en 2021, aumentando al 15% o 20% en 2025.

Por último, la Comisión Europea está considerando ajustar aún más los objetivos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) para los turismos y propone reducir el estándar actual de 95 gramos de CO2 por kilómetro en un 55% para 2030 en comparación con el objetivo acordado actualmente del 37,7% para 2030.