El banco británico Standard Chartered, presidido por el español José Viñals, obtuvo un beneficio neto atribuido de 2.315 millones de dólares (2.036 millones de euros) al cierre del ejercicio 2021, lo que supone multiplicar por tres el resultado de 724 millones de dólares (637 millones de euros) contabilizado un año antes, informó la entidad.

En el último ejercicio, Standard Chartered registró una caída del 0,3% de los ingresos operativos, hasta un total de 14.701 millones de dólares (12.929 millones de euros).

Los ingresos por intereses netos bajaron un 0,8% en el ejercicio, hasta 6.798 millones de dólares (5.979 millones de euros), mientras que los ingresos por comisiones de la entidad alcanzaron los 3.722 millones de dólares (3.273 millones de euros), un 17,8% más.

«No hemos logrado los rendimientos que buscamos para los inversores», ha reconocido la entidad, señalando el impacto de la Covid-19 en su estrategia y añadiendo que ha llevado a cabo una revisión integral de su modelo de negocio tras la que ha llegado a la conclusión de que debe hacer cambios para acelerar su camino hacia la meta del 10% de RoTE para 2024.

De este modo, la entidad acelerará la ejecución e implementará planes para simplificar su negocio, incluyendo una inversión de 300 millones de dólares (264 millones de euros) en China para duplicar la contribución de este país a los resultados.

Asimismo, el banco pretende alcanzar un ajuste de sus costes mediante mejoras de eficiencia de unos 1.300 millones de dólares (1.143 millones de euros) en sus costes brutos para ayudar a compensar el impacto de la inflación y crear espacio para inversiones.

Por otro lado, Standard Chartered lanzará un programa de recompra de acciones propias de 750 millones de dólares (660 millones de euros), triplicando el alcance del anterior plan de recompra de la entidad.