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Tras la conmoción… la hipocresía…

Tras la conmoción, la emoción… Y tras la emoción las preguntas y la reflexión…

GTRES
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Más de un millón y medio de europeos, africanos, americanos… Más de un millón y medio de católicos, protestantes e islamistas… Más de un millón y medio de lo que en definitiva somos, personas, recorrían ayer las calles de París en defensa de la libertad de expresión…

Una libertad de expresión que encabezaba una franja de abrigos negros y trajes de Armani vestidos de hipocresía y cinismo… Representantes del desgobierno y de la ‘desunión europea’ frente a una amenaza que, no nos engañemos, lleva pertrechándose desde hace años; ¿o es que ya nos hemos olvidado del 11 S en Nueva York, del 11 M en Madrid o del 07 J de Londres?… Los que ayer encabezaban la manifestación de Paris hicieron caso omiso de las amenazas con las que los compañeros del Charlie Hebdo convivían desde 2006… Tampoco se rasgaron las vestiduras cuando se giraron, soberbios, para dar la espalda frente a una transición, la de las amenazas a los hechos consumados: en 2011 la sede del semanario francés era atacada con cócteles molotov… Nadie les escuchó… Nadie se molestó… Sin embargo ellos, los compañeros, los periodistas cuyas únicas armas son sátira, verbo y lápiz, continuaron enarbolando la bandera de la libertad de expresión, de la verdad…

Hipócritas con bufandas de cachemir y pañuelos de seda que hoy, tras los protocolarios y mediáticos actos vuelven a protagonizar batallas y desencuentros sobre los criterios que han de regir “sólo” los controles fronterizos de los aeropuertos… ¿Qué pasa con los pasos terrestres?; ¿qué pasa con el control y desarticulación de las células emergentes del fanatismo de un Islam inventado que, igual que otros populismos, manipulan el descontento y la ignorancia de la desesperanza económica?… Señores, no sean cínicos y se coloquen galones de más, en mayo ya se elevaron las alertas ante el asesinato de cuatro personas en nombre de la Yihad… Asesinato en pleno centro Bruselas que, por cierto, ya se encargaron, algunos, de esconder en las últimas páginas de los diarios…

Un hoy te quiero menos que ayer y mucho menos que mañana, el de los Gobiernos de la Unión Europea, en los que quedan muchas preguntas por hacer y en las que la respuesta será el vacío del silencio… El mismo silencio que aterrorizó a los pocos que sobrevivieron al brutal asesinato de nuestros doce compañeros…

Y hablando de Unión e hipocresía, ¿qué pinta el Sr. Mas al frente de una manifestación que representa la unidad de Europa?; ¿qué sentido tiene invitar a Antonis Samaras, Jefe de Gobierno de Grecia, cuando llevamos semanas escuchando que se están jugando su permanencia en la “liga de las estrellas”?; ¿por qué no se permitió a Marine Le Pen participar en la manifestación?… Cómo magníficamente cuestionaba Salvador Sostres en su columna del sábado en el diario El Mundo “¿Dónde estamos Camaradas?”, ¿alguien sabe dónde ha convocado Podemos la concentración contra los terroristas islámicos?…

Comprendo y comparto las mismas náuseas y los mismos “vómitos” que esputaba uno de los fundadores del Charlie Hebdo, Bernard ‘Willem’ Holtrop, sobre sus “nuevos amigos”… Alguien se pregunta ¿cuántos otros compañeros viven amenazados por contar la verdad?; alguien se pregunta ¿cuántos periodistas se juegan la vida sólo por ser libres?; alguien se pregunta ¿cuántos medios de comunicación serviles y subyugados a los intereses políticos y empresariales disfrazan la verdad con las borlas doradas de datos macroeconómicos que nada tienen que ver con la economía real?; alguien se pregunta ¿cuántos compañeros ven cómo sus informaciones son vilmente mutiladas porque los de arriban ha pasado de ser periodistas a ser la voz de su amo?… Lamentablemente ni los Gobiernos ni las cabeceras de los propios medios para los que trabajan reaccionarán hasta que tengamos que salir de nuevo a las calles para llorarles… Hipócritas cobardes que durante el fin de semana publicaban viñetas al amparo de la unánime decisión de la prensa mundial…

Como escribía ayer en mi muro: yo no soy Charlie Hebdo, sólo soy Beatriz Triper, periodista que no tiene miedo a ser libre y defender con las palabras el quijotismo de esta “maldita profesión” que nos duele tanto… Yo no soy Charlie Hebdo pero me siento parte de él…

Por la libertad de expresión…

Beatriz Triper, periodista

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