A ver qué les puedo contar yo esta mañana de la noticia más importante de los últimos 40 años. No me digan que la de la muerte de Franco fue más importante que la de la abdicación del Rey porque no es verdad. Aquel fue solo un evento más dichoso y digno de ser celebrado, pero que tardó demasiado.
Difícilmente les voy a contar nada nuevo ni sorprendente. Así que me permiten ustedes que centre el tiro en las tres tonterías más soberanas, nunca mejor dicho, que pude oír en la jornada de ayer.
Primera tontería soberana: la de decenas de periodistas diciendo doquier se encontraran que ayer era un día muy bonito para los periodistas. Como si a quienes les oímos llenarse la boca de perogrullo profesional nos importara un pimiento lo que piensan. Dicen que están en crisis, y así lo van a seguir estando.
Segunda tontería regia: la de que el Príncipe es el Rey más preparado de la historia. Claro, como mis sobrinos van a estar más preparados que yo el día de mañana cuando tengan mi edad. Eso es generacional, no tiene nada que ver con ser Príncipe.
Y tercera tontería: la de que España mañana será republicana. Lo de la Jefatura del Estado por herencia familiar es algo de las cavernas. Pero España no puede ser republicana mientras la izquierda canibalice el sentimiento republicano. A esta España le hace falta que tanto izquierda como derecha relajen la pestaña con el tema republicano, antes de ponerse a debatirlo mínimamente en serio.