Y el «mesías de la Coleta» dijo no a Europa y sí a Venezuela

No me sorprende. El grado de incoherencia entre lo absurdo del discurso de un populismo barato y lo que, como dice el refrán «por sus actos los conoceréis».

Europa se sumaba hoy, tarde, pero se sumaba, a la condena contra la barbarie del gobierno de Nicolás Maduro. Detenciones al arbitrio de los caprichos bolivarianos de un Presidente que ha perdido el rumbo entre divagaciones de palabrería barata y orquestadas por un imperativo, el de la «ley del silencio». Partido Popular y Partido Socialista firmaban de la mano, en Estrasburgo, una resolución por las libertades, entre ellas la de expresión, y los derechos, entre ellos los humanos, en un país, Venezuela, cuya gente llora su desdicha en las colas de los centros de abastos. Sin embargo, hoy mismo, en el mismo lugar, y en el momento preciso, los españoles, hemos tenido que sufrir lo vergonzoso de un voto en contra de esa resolución. El del «mesías de la Coleta» y sus acólitos.

Podemos ha dicho no. No me sorprende. Más aún dado a que su ‘sostén’ se lo debe a las arcas que maneja a su antojo el señor Maduro. Financiación que por mucho que algunos intenten negar y justificar remitiéndose al uso de condicionales y enlaces a las cuentas del partido se han convertido en rumores más que probados.

Lo triste es que muchos de aquellos que inflaron una burbuja, alimentada por las secuelas de la crisis, y que parece desincharse escándalo tras escándalo y más en concreto los de aquel al que le viene al pelo su apellido (Monedero), aún ven en Pablo a ese «mesías (en minúscula) de la coleta».  A todos ellos me gustaría preguntarles, ¿de verdad están ustedes dispuestos a soportar una inflación del 100 por cien?; ¿de verdad van a permitir que sus hijos mueran en hospitales porque el desabastecimiento de medicamentos está en niveles del 40 por ciento?; ¿de verdad quieren que España se convierta en la República Bananera de Europa?.

Venezuela, ese país en estado de coma profundo y crónico, a cuyo presidente le rien las gracias un tal Fidel Castro, en Cuba, Cristina Fernández, en Argentina, José Mújica, en Uruguay y Pablo Iglesias, en España… No hay más que añadir, sólo que mi opinión es mía, libre… Y ni el presidente de Venezuela, ni el de un partido español títere del chavismo bolivariano me va a impedir contar lo que a ellos no les gusta que contemos…

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