Cómo la creatividad da valor y reconocimiento a un producto

El IED potencia este elemento entre sus alumnos, el cual cada vez es más demandado por todo tipo de empresas

La creatividad es una disciplina que cada vez más se asocia a las empresas. La clásica sociedad se ha perdido por el camino y cada vez reclaman mayor personal capaz de ofrecer productos curiosos y atractivos. Un elemento que mientras años atrás se asociaba al mundo artístico cada vez cobra mayor presencia en el resto de sectores.

El Instituto Europeo di Design (IED) es especialista en la materia y cuida la creatividad como un elemento vital y específico en el futuro laboral. Desde el primer día sus alumnos aprenden a trabajar en equipo, relacionarse con estudiantes de otras áreas y que, en un futuro, puede dar lugar a la creación de una nueva empresa, como lleva haciendo en sus 20 años de existencia.

“Se escucha mucho hablar de creatividad”, afirma el Responsable Departamento Marketing Postgrado del IED Madrid, Luca Baldi, pero aunque tiempo atrás esta materia estaba relacionado con el mundo artístico “ahora las escuelas de negocio son las que empiezan a utilizar esto”, incluyendo en programas como “dirección de marketing y dirección de finanzas las materias Creative thinking, Design thinking, y hacen Work shops creativos porque se dan cuenta de que un gestor o una persona que se dedica al marketing utiliza herramientas de este tipo”.

Muchas veces esto viene de un curioso entrenamiento o iniciación en el trabajo en equipo, el cual facilita el intercambio de ideas. Es un talento del que no gozan todas las personas, pero sí que tiene un entrenamiento detrás, una apertura de mente que en ocasiones es potenciada por la relación con estudiantes pertenecientes a otros países. Sí es cierto que los alumnos que entran en el IED “la mayoría ya tienen una capacidad muy potente. Entonces, lo que intentamos hacer es que crezcan exponencialmente y que la puedan aprovechar y la puedan presentar en el mundo lo mejor posible”.

“El pensamiento creativo es importante, y ya no solo para los diseñadores, sino también para todas las personas que se dedican a los negocios”. Si alguien pregunta cuál es la mejor empresa siempre se piensa en Apple, y lo que ha hecho, tanto esta como otras, no es solo crear productos, sino también la gestión de cómo lo hacen, cómo diseñar productos, etc. “Esto es pensamiento creativo”. Pero no hace falta con irse muy lejos. Una cosa que ha maravillado a Baldi es que “viendo las ofertas de trabajo, una empresa como el BBVA por ejemplo, buscaba el perfil de Design Strategy. Pensar que un banco, que es como la empresa clásica que trabaja con números esté empezando a pensar que su equipo necesita personas que se dedican a la estrategia del diseño creo que lo deja más claro que cualquier otra cosa”, insiste.

En ocasiones, un elemento insignificante puede dar a conocer un producto de una forma más rápida y sencilla. . “Ya no es la misma gestión, aunque las empresas continúen trabajando de la forma clásica”.

Para potenciar este trabajo en equipo, el colegio organiza todos los años un ‘Brainboom!’, un taller en el que “trabajan juntos y hacen un reto de cómo será su vida de aquí a cinco años”. El por qué es fácil, “hay algunos alumnos que tienen muy claro que quieren hacer su carrera en una empresa, pero hay muchos que crean su propia compañía” y muchas de ellas se han creado entre sus ex alumnos. “Un diseñador de producto se ha unido con un gestor de empresas de moda y han creado” una joyería, y “les va bastante bien”, afirma Baldi.

El IED es una escuela de moda, arte, de la cual salieron, no recuerda la cifra exactamente, pero sí “centenares de empresas”. Pero no solo eso, la creatividad se nota en los diseñadores jóvenes que ya están consagrados, los cuales muchos salieron de sus aulas, como es el caso de Jaime Hayón. “

La creatividad es parte de su filosofía, un networking que consideran “fundamental”, algo que no se ve en todas las universidades. Es cierto que los avances tecnológicos y en la sociedad han potenciado que este elemento se introduzca en otros sectores. “Tenemos más herramientas ahora, tenemos más información  y hay que encontrar una manera para saberla gestionar, para saber llegar al público”.

Es la forma de destacar

En ocasiones, un elemento tan insignificante puede dar a conocer un producto. Es el caso de la carrera Holi Run, que con el simple hecho de tirar pintura a los participantes se ha convertido en un fenómeno que atrae miles de personas en todo España.

Es el “cómo hacemos para que nuestro producto sea más atractivo que la competencia, cómo hacemos para que se enamoren de nosotros. Siempre hay que buscar la manera para que la gente se dé cuenta de nuestro producto”, lo pruebe y que le guste. Pero no basta con que sea atractivo, tiene que ser de calidad porque si engañas una vez al cliente “no lo vas a hacer dos veces”, y más con el potencial que hoy en día tienen las redes sociales, las cuales “te pueden derrumbar el negocio en un día, por no decir en una hora”.

Alumnos de todo el mundo

El IED tiene escuelas repartidas por todo el globo terráqueo, pero también son los jóvenes de distintas partes del mundo los que se mudan de país para compartir experiencias. Tienen alumnos de 25 países, los cuales “aportan su cultura, luego se unen y hacen proyectos increíbles. Han salido muchísimas empresas, startups”.

Esta convivencia es posible gracias al Master of Design and Innovation, un curso de postgrado con cuatro áreas: el European Design Lab, que ofrece la visión más artística y en la que se investiga hasta llegar al producto final; el Product Design Lab, donde se trata con productos que tienen ya una utilidad; el Comunication Design Lab, la comunicación pura y dura, el cómo comunicar una marca; y el Strategic Design Lab, que es el emprendimiento, el cómo hacer la marca y cómo hacerla crecer.

Sin duda, potencian la salida profesional de los alumnos, les aconsejas, les dan también las herramientas, sí un pequeño empuje para llevarlo a cabo, pero no la iniciativa. Algo maravilloso para el instituto, tanto que consideran “un orgullo que en una escuela se hagan estas cosas”.

Yasmina Pena