En los estertores del dinero físico.

En Suecia el 70% de las limosnas se pagan mediante tarjeta o móvil.

No estoy de broma ni se trata de Ciencia Ficción. Cada vez es más habitual en Estocolmo el observar que en los comercios no se aceptan los pagos en efectivo.

Llevar consigo una tarjeta o un  móvil con método de pago «Wallet» (Apple Pay o Bizum en España)  es lo más habitual. Los bolsillos se alivian, las carteras se estilizan y la calderilla, simplemente, desparece.

Se acabó andar con la escora a babor si las monedas, especialmente las pequeñas, pesaban mucho. Los jóvenes escandinavos no saben lo que es un billete de 200 Coronas Suecas. Y no porque no puedan acceder a él, sino porque, simplemente,  NO LO NECESITAN.

Vayan acostumbrándose a pagar así porque no se aceptan billetes ni monedas. O lleva usted un móvil con wallet, un iwatch o una tarjeta o se queda sin compra. ¡Quién se lo iba a decir a Fisher!. La masa monetaria se ha convertido en la masa monetaria virtual y los atracadores en vez de comprar dinamita para reventar las reservas de
oro del Banco de España, deberán comprar una buena escalera para subir a la «nube».