Bárcenas llegó en un coche particular con cortinillas en las ventanas traseras hasta la puerta de la Audiencia Nacional acompañado por sus abogados, Miguel Bajo y Alfonso Trallero. El extesorero de los populares, con semblante serio y elegantemente vestido con corbata burdeos y puñuelo en el bolsillo de la americana pero sin su ya famoso abrigo, eludió hacer ningún comentario al acceder a la sede de los juzgados.

El antiguo senador por Cantabria está citado a las 13.00 horas para declarar en calidad de imputado ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz.

En la declaración estarán presentes las fiscales anticorrupción encargadas del caso, Miriam Segura y Concha Sabadell, así como cerca de medio centenar de abogados que representan a los 101 imputados y siete acusaciones populares personadas en la causa. A Bárcenas se le imputan delitos de cohecho y blanqueo de capitales así como diversos delitos de fraude fiscal.

En el interrogatorio, sin embargo, no se le preguntará por la presunta contabilidad B del PP ni por los supuestos sobresueldos que se habrían pagado en el seno del partido ya que el magistrado rechazó indagar este aspecto al aceptar que la Fiscalía Anticorrupción se hiciese cargo de esta investigación.

Anticorrupción ya rechazó la semana pasada que, por el momento, se imponga a Bárcenas una pulsera electrónica para controlar sus movimientos. También se opuso a las demás medidas cautelares solicitadas por la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (Adade) para evitar el riesgo de fuga del extesorero del PP, como la prohibición de abandonar el territorio nacional, la retirada del pasaporte o las comparecencias periódicas ante los juzgados. El juez deberá pronunciarse sobre estas medidas tras el interrogatorio a Bárcenas.