La nueva licenciatura se llamará Ingeniería del Soto del Real, y contará entre su interesantísimo material con un recorrido por lo que fueron, son y serán personajes que tan bien nos vienen para ese destino común que hace la patria, según los entendidos. Personajes como Luis Bárcenas, capaz de pasar de tesorero de un partido a preso incondicional, sin perder una mácula de honra por el camino, ganándose entre rejas a los tipos más duros del barrio, concediendo entrevistas exclusivas y practicando ese deporte tan español de tirar la piedra y esconder la mano. Como cante, dice el honorable Bárcenas, aquí muere hasta el apuntador.
Por eso no me extraña que según una de las últimas encuestas hasta uno de cada cinco votantes del PP cree que don Luis, recuerden llamarle así, don Luis, por lo que pueda venir, no tiene documentos en su mano que hagan temblar al más pintado. En realidad lo que quieren es aprender en la misma escuela que él: si no te pillan, porque no te pillan, y si te pillan, mejor. Señores rectores, pónganse las pilas. Implanten ya la Ingeniería del Soto del Real.
