Alejandro Suárez: “El próximo atentado a gran escala empezará con un click”

Cada vez son más las pruebas que demuestran que nos enfrentamos a un tipo de guerra diferente, tal y como relata en El Quinto Elemento, ¿cómo la definirías?

 El Quinto Elemento muestra la guerra que ya estamos viviendo, una guerra en la que las principales potencias mundiales ya la definen como la tercera guerra mundial, una guerra que no todos quieren que conozcamos porque aún no tenemos armas para defendernos. Cada día se viven nuevos episodios donde la tecnología nos muestra su cara más perversa. Esta tecnología que es básica para nuestra supervivencia, también tiene un lado oscuro que todos debemos de conocer.

De hecho la comparas con el éter… por su invisibilidad…

Es invisible desde el momento en que nuestros satélites espaciales no ven el movimiento de tropas, ni tampoco podemos detectar lanzamiento de misiles, pero los impactos los notamos y los notaremos cada día más. Esta invisibilidad es el gran aliado de países y terroristas, que pueden atacar un centro básico para un país a miles de kilómetros de distancia y sin dejar rastro ni huellas.

Alejandro, a calzón quitado ¿a qué nos enfrentamos?

Como decía anteriormente a la tercera guerra mundial, puede sonar catastrófica pero es la realidad. Países y terroristas nunca han tenido tanto poder en sus manos, ni tanta capacidad de hacer daño.

¿Está preparado el mundo occidental para enfrentarse a esta nueva contienda?

No lo estamos. El próximo atentado a gran escala, empezará con un click. No pasarán más de cinco años antes de verlo con nuestros propios ojos y en algunos países por desgracia, esto ya está ocurriendo. En España se han producido durante 2015 miles de ataques contra infraestructuras clave, el problema es que ha habido dos casos, donde esos ataques, según confirmó el Ministerio de Interior, fueron de una dureza máxima. Si no aumentamos nuestro nivel de seguridad, mediante inversiones y formación específica a nuestros profesionales, terminaremos sufriendo un ataque que detenga la actividad de nuestras ciudades. Es básico empezar a formar profesionales, crear una universidad específica, para que en los próximos años podamos incrementar en 5.000 soldados nuestras líneas de defensa tecnológicas, y que desde cualquier región de nuestro país sean la primera línea de defensa de un nuevo tipo de guerra, que sin usar balas, devastará países completos.

En El Quinto Elemento haces referencia a la legislación, ¿son las limitaciones propias de las Leyes nacionales e internacionales un freno para la lucha contra el terrorismo islámico?

Se puede luchar si hay voluntad política, pero quizás para muchas agencias y gobiernos, mantener esta tierra de nadie, le de más ventajas de lo que pensamos.

En el capítulo dedicado al Ciberterrorismo habla de «reclutar imbéciles» de los cuales, 5.000 son europeos de origen musulmán… ¿corren riesgo de contagio jóvenes sin raíces en el mundo árabe?

Cada año son más los jóvenes europeos que marchan a Siria a la búsqueda de una vida que se les vende por las redes sociales como el paraíso, jóvenes que serán formados para matar sin miedo a morir, jóvenes que también enseñaran a sus dirigentes terroristas nuevas formas de matar con un mayor impacto mediático. La crisis actual, económica y de valores ayuda a este campo de cultivo, que corre como la pólvora entre muchos jóvenes que nunca han tenido un interés especial por el mundo musulmán, pero que  ahora lo ven como su única salvación.

¿Qué les motiva?; ¿se aprovecha  el ISIS o el DAESH de los efectos que ha dejado la crisis económica en gran parte de la población?

Sin duda, la crisis actual les ha ayuda a tomar esta decisión.

 En El Quinto Elemento, compara a Bin Laden con un emprendedor… Algo paradójico puesto que los emprendedores tienen como objetivo aportar un valor añadido a la sociedad, un efecto social…

No, Bin Laden era un grandísimo hijo de puta, muy alejado de los valores que definen a los emprendedores, pero su capacidad de crear dolor, ha movido a cientos de ciberdelicuentes a seguir su estela y se han convertido en verdaderos ídolos en sus países de origen. Ciberdelincuentes que  consiguen detener ciudades completas como en Brasil, donde han cortado el servicio de energía eléctrica de ciento de miles de personas hasta que han conseguido un rescate cuantioso por parte del gobierno. Estos actos se están produciendo a diario en todo el mundo, con un crecimiento anual del 50 por ciento.

Una de los objetivos que se plantean los Gobiernos es cortar la financiación, ¿hasta dónde llega la responsabilidad de las empresas?

Las empresas pagan en gran número estos sobornos que vienen de los ciberataques, ya que no cuentan en la mayoría de los casos con un sistema efectivo para defenderse y ven como de la noche a la mañana han perdido todos los datos almacenados durante años en sus sistemas informáticos y como se detienen sus cadenas de producción. Entiendo que paguen lo que les pidan, aunque como en todo secuestro, no siempre se recuperan del daño recibido.

Es evidente que las empresas no están preparadas para luchar contra los ciberterroristas, y es el estado el que debe de dar herramientas a las empresas para que puedan estar preparadas para soportar el mayor número de estos ataques, sin ver comprometida su seguridad informática.

¿Algún nombre?

Muchas empresas nos “regalan” app que nos permiten disponer en nuestros dispositivos móviles aplicaciones como una “linterna” y pensamos que es gratis, pero en muchas ocasiones es la puerta de entrada a nuestros datos, a nuestro ordenador y en última instancia a nuestra empresa. Eso hicieron San Jain y Björd Sundin, con la imagen de una idílica empresa de antivirus, lo que hicieron fue desarrollar una puerta trasera que “infectaba” los equipos de sus clientes y a la vez les daba el remedio, por el módico precio de 49 dólares. Para aquellos que decidían no pagar, el futuro era muy negro, la pantalla no volvía a desbloquearse, hicieras lo que hicieras, hasta que pasaras por caja.

¿Qué limita a los Gobiernos a tomar medidas contra las empresas que finanacian al terrorismo?

EE.UU. ha pagado más de 150 millones de dólares a varias empresas en Afganistán, que están acusadas de ayudar a financiar los ataques terroristas contra objetivos estadounidenses, según los datos de la agencia gubernamental SIGAR, empresas de construcción de carreteras, petroleras, químicas, hasta un total de 43, pero cuyos datos permanecen en informes clasificados. Recientemente el presidente ruso Vladimir Putin indico que 40 países financian al EI según sus informes internos, unos informes generados gracias a las agencias de información rusas, pero no compartidas con el resto de los países. Es necesario que la comunidad internacional esté al tanto de lo que ocurre y que los servicios de inteligencia no solo sirvan a los intereses de sus respectivos gobiernos sino al conjunto de la población, que tiene derecho a conocer cuestiones tan delicadas como esta.

El crowdfunding es otra de las herramientas que emplean para financiar la causa, ¿se puede actuar contra ello?, porque entiendo que tanto las plataformas como los particulares desconocen hacia dónde va el dinero que aportan ‘al  proyecto’

No utilizan plataformas de crowfunding tal y como nosotros lo conocemos, es más el uso de compra de tarjetas prepago, y es gracias a que se mueven muy bien por las redes sociales, y piden a sus seguidores a través de Twitter que adquieran una tarjeta de prepago internacional y envíen el número de dicha tarjeta a través de Skype a un contacto seguro. En ese momento el saldo de la tarjeta comprada se hace efectiva y miles de pequeñas donaciones acaban en el bolsillo del EI.

Parafraseando a Vetusta Morla, Alejandro, ¿hay esperanza en la deriva?

Siempre hay esperanza, pero es fundamental prepararnos para la guerra, que ya hemos perdido muchas batallas en los últimos años.