“Cualquier planificación económica necesita de una memoria demográfica”

Tal es la importancia que está tomando la demografía en nuestros tiempos que en los círculos de expertos, incluso, se ha llegado a comentar que ésta podría ser considerada como “la gran ciencia del siglo XXI”. Aún considerando esta afirmación “un poco exagerada”, Rafael Puyol cree que eso pone de manifiesta la importancia de ese campo de estudio para la correcta planificación del futuro de la humanidad, y particularmente de la economía.

A medida que se eleva la población mundial, también se aumenta la demanda de recursos naturales y productos que son finitos. Rafael Puyol no cree que el mero crecimiento de la población sea el único motivo que eleve los niveles de demanda. “El consumo aumenta porque muchos países, hasta ahora con un nivel de vida bajo, lo han incrementado. Somos más, pero los países también están consumiendo más”, explica el demógrafo. Esto tiene una implicación clara en aspectos como la energía. “Se están haciendo esfuerzos para apostar por las renovables y dejar de consumir los recursos fósiles con un horizonte definido. También nuevas técnicas de producción de alimentos y de correcta distribución de los mismos”, añade.

Ascenso de las clases medias en los países emergentes

Se trata de un hecho especialmente palpable en el grupo de los BRICs, es decir, Brasil, Rusia, India y China. Estos países, especialmente, han pasado de ser prácticamente duales -una clase alta, muy reducida, y una clase baja mayoritaria, sin apenas recursos- a dar luz a un nuevo grupo social intermedio, capaz de mantener un nivel de vida similar al de las clases medias de Occidente. Es ese nuevo estrato el que, según Puyol, está potenciando en esos países unos niveles de consumo superiores a los de antaño. Hay quien piensa que ese proceso se está produciendo, pero a la inversa, en las hasta ahora denominadas economías desarrolladas. Una teoría que no comparte este demógrafo. “Es exagerado hablar de una desaparición de la clase media en los países avanzados”, advierte, aunque reconoce que su nivel de vida y consumo está perdiendo peso con motivo de la delicada situación económica actual.