El menor crecimiento acaba con la fiesta de los políticos

Las bajas tasas de crecimiento van a provocar el incremento de las tensiones sociales y políticas en Europa, como hemos visto en el reciente rescate a través de la fórmula de bail-in/bail-out de Chipre. En este evento solo ha habido perdedores: los titulares de depósitos, la credibilidad de la Troika y cualquier esperanza de que la eurozona tenga un plan real para esta crisis más allá de la fragmentación. El consenso político de seguir ganando tiempo se está agotando, por lo que los políticos van a tener que lidiar con una tasa de desempleo intolerablemente alta y en aumento, así como con la falta de crecimiento o de reformas que permitan salir adelante a las economías.

Las perspectivas trimestrales de Saxo Bank ofrecen una comparativa entre las principales economías de la eurozona, el Reino Unido y EE.UU., a través de la cual podemos comprobar que este último país se ha situado el año pasado en tercera posición, por detrás de España e Italia, en lo que se refiere a la reducción del gasto del sector público. Por su parte, Reino Unido, Francia y Alemania han experimentado un incremento del gasto público (por ese orden).

Pese a la reducción del gasto público, Saxo Bank espera que continúe el crecimiento moderado en EE.UU. en 2013, del orden del 2%, en comparación con el 2,1% del año pasado, para acelerarse hasta el 3% en 2014. Puede que la economía estadounidense no esté para tirar cohetes, pero al menos cuenta con un crecimiento moderado. Las perspectivas son claramente más pesimistas en el marco atlántico, donde la eurozona tiene que resignarse al hecho de que la recesión está abocada a continuar.

Saxo Bank prevé que la actividad económica se reduzca un 0,3 por ciento en 2013 en la UE tras la caída del 0,5 por ciento del año pasado, mientras que la tasa de desempleo subirá a lo largo del año y se situará en el 12 por ciento de media. La consiguiente debilidad en la economía va a mantener la inflación en niveles reducidos. Las economías de Italia y España van a seguir renqueantes, pero lo que preocupa de verdad a los estrategas del banco es la economía francesa, en concreto por la falta de reformas por parte del gobierno francés.