Noticias que es mejor no dar

Unos datos, los de la EPA, en la que casi todo el mundo da por descontado que llegaremos a esa barrera psicológica de los seis millones de desempleados. O lo que es lo mismo, más del 26% de la población activa. Una cifra récord, que llega además en un momento clave para el mercado de trabajo pues se encuentra en plena transformación.

En primer lugar por el fuerte ajuste de plantillas que se ha vivido en España durante todos estos años, sobre todo en el sector privado. Los datos desde la reforma laboral apuntan a una cierta estabilización, pero el caso es que la encuesta de preocupaciones presentada en Davos, habla de que el 48% de los empresarios españoles piensa en una reducción de trabajadores para este 2013. Pero por si no fuera poco, tenemos también que sumar ahora el adelgazamiento de estructuras que está empezando a poner en marcha el sector público, que amenaza con dejar en la calle a otras 300.000 personas. Un goteo constante que provoca largos estadíos en el paro, con la consiguiente desesperación. Una falta de oferta de trabajo que, además, está llevando a nuestros mejores activos a buscar empleo en otros países de Europa  y de Latinoamérica, con lo que supone eso de descapitalización de la masa trabajadora española.

Una descapitalización que está dejando en España a los trabajadores menos cualificados y que, en muchísimos casos, requerirán de amplios programas formativos para reciclarse y empezar a trabajar en sectores distintos de los que proceden. La pregunta no está en saber si están preparados para ese cambio, que si no lo están lo estarán a la fuerza, si no en saber si la Administración está preparada para ayudarles en esa transformación. Las estructuras de búsqueda y formación de empleo público deben mejorar sus capacidades y,  por qué no, buscar la ayuda de las agencias de trabajo temporal y otros actores privados que les permitan incrementar sus capacidades. Es momento de ayudar de una vez por todas a los parados, y de que el antiguo INEM, y el dinero que se paga en prestaciones, sirva realmente para algo más que para otorgar un mero subsidio a aquellos que se quedan en el paro.