Protestas en la calle

El FMI ya avisa de que el crecimiento se va a ralentizar, al igual de lo que ha dicho esta madrugada el G-20. Dicen sus cálculos que habrá un crecimiento este año del 3 al 3.5% a nivel global, pero con un riesgo importantísimo de que estos cálculos puedan ir a la baja. En especial, auguran, por la situación de Europa, las medidas de Estados Unidos sobre consolidación fiscal y endeudamiento, y la desaceleración de varias economías emergentes.

 

Más malas noticias en un momento en el que en España el descontento por las medidas de ajuste sale hoy a la calle. Se ha convocado para ello una marcha que pretende rodear el Congreso que, por cierto, está literalmente tomado por la Policía Nacional. Protestas contra los recortes, contra la coyuntura económica. Y en parte este descontento social no es de extrañar. Máxime cuando podemos comprobar que el Gobierno ha puesto a dieta a los ciudadanos, a las empresas y, sin embargo, al “loro” de la administración no le falta el chocolate. Hoy las Cortes darán el visto bueno a sus presupuestos para el año que viene. ¿Y qué dicen las cuentas? Que se rebajan en algo más de un 1% la partida de personal, pero que en teléfono habrá un gasto en viajes de 19.200 euros anuales por diputado o 30.000 euros destinados al parking del aeropuerto.

Presupuestos de las Cortes, el jueves los generales, y las Autonomías empiezan a echar cuentas del dinero que les llegará del Fondo de Liquidez Autonómico. Ya conocen las condiciones de acceso, y para ello tendrán que reducir el sector público, barreras al mercado interior, incrementar la competitividad y abordar reformas estructurales para racionalizar el gasto público. Un dinero que, Hacienda, exige se dedique a tres fines: vencimientos de deuda, deuda comercial en sanidad y educación y por último pago de transferencias a entidades locales y universidades.