Zapatero reconoce que se equivocó con la política de gasto

Durante los tres años de mandato del ex-presidente socialista el gasto por funciones se incrementó cerca de 24.200 millones de euros y la recaudación fue 20.249 millones inferior a la de 2015.

«A buenas horas mangas  verdes», que se dice en el pueblo llano. El ex-presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha tirado por tierra la política económica y laboral puesta en marcha durante su mandato.

Durante un desayuno organizado por Nueva Economía Forum, Zapatero ha restado protagonismo al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, al reconocer que «ni las políticas expansivas de gasto ni la devaluación salarial dan una respuesta aceptable al problema de las cuentas públicas».

Es por ello por lo que «se debe aprovechar este momento para abrir un debate nacional sobre las grandes dificultades que tiene el país: la sostenibilidad de las cuentas y los servicios públicos, el problema estructural con el desempleo, el modelo de funcionamiento de España como país federal y el respeto colectivo de los políticos a la política y de los políticos a los políticos», afirmaba.

Un mea culpa que entona tras haber dejado al actual Gobierno en funciones una herencia del 9,13 por ciento de déficit -sobrepasando en casi cuatro puntos a la del cierre de 2015 (5,16 por ciento sobre PIB)-, una tasa de paro del 22,85 por ciento frente al 20,90 actual (según EPA) y una recaudación directa e indirecta de 161.760 millones de euros, es decir, 20.249 millones inferior a la del pasado ejercicio.

En relación al gasto por funciones de la Administración Pública, las cifras ponen de manifiesto que el Gobierno de Zapatero tampoco reparó en gastos. Entre 2008 y 2011 éste se incrementó en cerca de 24.200 millones de euros, pasando de 459.294  a 483.481 millones, cifra esta última también superior en 17.535 millones a la que destinó el Ejecutivo de Rajoy a las mismas partidas.

Por otra parte, las partidas dedicadas al sostenimiento de los funcionarios también se dispararon. Pese a la reducción de 1.098 millones (-2,7 por ciento) en los dos últimos años de legislatura socialista, éstos alcanzaron en 2011 un total de 32.917 millones de euros mientras que el pasado año fueron de 21.598 millones, o lo que es lo mismo, 11. 319 millones menos.

Posición contrafáctica

En el plano político, Zapatero se ha remitido a su posición «contrafáctica». Así ha declinado manifestarse abiertamente ya que «lo peor que se puede hacer en meter presión al proceso, ya que ésta no contribuye al buen hacer de los actores».

De forma velada ha dado a entender que la posibilidad de que el próximo jueves no se llegue a un acuerdo que otorgue la gobernabilidad de su sucesor Pedro Sánchez y, por tanto, se vire hacia un nuevo escenario electoral, no sería «horrible» ni tampoco una «desgracia». Es momento de tener «cintura política» y avanzar hacia fórmulas que permitan obtener el respaldo parlamentario en las grandes cuestiones, tal y como, ocurrió durante su mandato, «se lo que es estar ahí», afirmaba.

En este sentido tampoco se ha mostrado muy convencido con los tintes y formas de la nueva política en la que «los contenidos están por definir, y será la nueva sociedad la que los defina».

Panamá y Valencia

En otro orden de cosas, no ha dejado pasar la oportunidad de referirse al convenio de doble imposición que se firmó con Panamá durante su mandato por el que «se tiene el deber de enviar la información de forma recíproca» y que «espero que funcione para aclarar la situación y poner en marcha las actuaciones que correspondan».

Asimismo ha querido ensalzar el acuerdo que alcanzaba ayer el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, por el que se pondrá en marcha un Plan de Tesorería 2016 que podría, incluso, finalizar con la condonación de parte de la deuda del FLA y la asunción por parte del Estado de la multa de casi 19 millones de euros que impuso la Comisión Europea a la comunidad por ocultamiento del déficit público.