Tras la introducción de aranceles a las importaciones de aluminio y al acero en febrero, el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, había garantizado exenciones temporales a algunos de los principales proveedores a EEUU de estos productos, incluyendo Canadá y la Unión Europea. La semana pasada líderes europeos  europeos visitaron Washington para  negociar la permanencia de las exenciones; gestiones que fueron sin embargo infructuosas y por tanto las exenciones expirarían hoy 30 de abril. El objetivo de la medida del gobierno de Trump es elevar la capacidad de utilización de las industrias americanas del aluminio y el acero desde 37% y 74% hasta 80% en ambos casos. Sin embargo, según analistas de Commodity Research de Julius Baer aún si estas metas se cumplen EEUU continuaría dependiendo de manera importante de las importaciones de estos metales.

El citado banco considera además que las medidas tendrían un impacto inflacionista en EEUU y deflacionista en el mercado internacional. Esto último debido a que los exportadores afectados lucharán entre ellos por ampliar sus cuotas de mercado fuera de los EEUU, induciendo así una disminución en los precios. Desde febrero, las cotizaciones del aluminio y el acero se han elevado 7,6% y 17,6% respectivamente en EEUU, pero apenas han variado en Europa.