Ante las acusaciones de Bruselas, Google ha contestado que los acuerdos con los fabricantes “son completamente voluntarios”, por lo que “cualquiera puede utilizar Android sin Google”.

“Nos tomamos estas preocupaciones muy en serio pero creemos que nuestro modelo de negocio permite a los fabricantes reducir sus costes, tener mayor flexibilidad al tiempo que ofrecen a los clientes un control sobre sus dispositivos móviles sin precedentes”, explica el Senior Vice President & General Counsel de Google, Kent Walker, en un comunicado.

Fue ayer cuando la Comisión Europea anunció que presentará cargos contra el buscador norteamericano porque, según la organización europea, obliga a incluir algunas de sus aplicaciones a los fabricantes que optan por su sistema operativo. Al incluirlas en sus sistemas, el usuario del teléfono móvil o Tablet la utiliza. Ante ello, Google explica que todo partner puede descargarse el sistema operativo de manera gratuita, modificarlo libremente y construir un teléfono con él, algo que hacen compañías como Amazon.

A ello añade que Android es completamente gratuito para los fabricantes, un hecho que Google compensa con los ingresos que la compañía genera con las Apps de Google y los servicios que distribuyen a través del sistema operativo.