Grecia dividida y condicionada a escasas horas del resultado

Diez millones de griegos llamados a las urnas

Quedan pocas horas para que comience el recuento de votos del referéndum que se está celebrando en Grecia y los ciudadanos siguen divididos entre el #OXI (No) y el #Nai (Sí).

Diez millones de griegos están llamados a votar en las más de 19.000 urnas que se han desplegado por todo el país, después de que el Consejo de Estado respaldara su legalidad hace tan sólo dos días. Y es que la polémica ha estado servida desde el comienzo de este referéndum. Muchos son los que se quejan de que la pregunta es muy enrevesada otros, sin embargo, aseguran que todos los griegos saben a lo que se refiere pese a que el texto sea complejo. Ésta es la cuestión planteada por el Gobierno:

«¿Debería ser aceptado el plan de acuerdo que fue presentado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional ante el Eurogrupo el 25/06/2015 y que se compone de dos partes, que constituyen su propuesta unificada?.

El primer documento se titula «Reforms for the completion of the current programme and beyond» («Reformas para el término del programa actual y más allá») y el segundo «Preliminary debt sustainability analysis» («Análisis preliminar de la sustentabilidad de la deuda»)».

No se acepta/No Se acepta/Sí

Papeleta

 

Las particularidades del referendum

La consulta comenzó a las 07.00h y se extenderá hasta las 19.00h hora griega (18.00 hora peninsular). Hasta el momento no se han registrado incidentes y la jornada se ha desarrollado con total normalidad.

Como curiosidades hay que destacar, además de la premura con la que se ha realizado, la imposibilidad del voto por correo: los griegos que vivan fuera del país o en otra ciudad diferente a donde están empadronados, tendrán que trasladarse hasta su colegio electoral si quieren votar. Además aquellos que finalmente depositen su papeleta deberán marcar una cruz (+) y no una equis (x) para que sea válida.

No se conoce el coste total de la consulta, aunque según el ministro de Interior heleno aseguró que rondaría los 20 millones de euros. Sin embargo, medios alemanes y españoles han asegurado que el coste llegaría a los 110 millones.

El KKE (Partido Comunista griego) ha difundido una papeleta, que se considerará nula, porque pide el «doble no»: No a la pregunta planteada y No al Gobierno de Alexis Tsipras.

Votan los políticos

Por los colegios electorales han pasado a primera hora la mayoría de políticos siendo uno de los primeros Antoni Samarás, ex primer ministro por Nueva Democracia, que ha asegurado «hoy, los griegos estamos decidiendo el destino de nuestro país. Votamos ‘Sí’ a favor de Grecia y ‘Sí’ a favor de Europa».

Más tarde y con el voto totalmente contrario, el actual primer ministro, Alexis Tsipras, ha depositado su voto en la urna ha asegurado sentirse optimista ante los medios de comunicación: «La democracia va a ganar al miedo y al chantaje. A partir de mañana se abre un camino, para todo el pueblo griego, de regreso a los principios fundamentales de la democracia y de la solidaridad en Europa, a una Europa de dignidad», aseguraba un Tsipras aparentemente cansado y con un herpes labial.

La consulta del miedo

Éste es sólo un ejemplo más de la bipolaridad en la que está sumida la población griega que ha recibido fuertes campañas en favor o en contra del referéndum y se han visto invadidos por una tormenta de información totalmente contradictoria. De un lado, las Instituciones europeas que piden un voto por el «Sí» para evitar lo que aseguran terribles consecuencias para Grecia y Europa; y del otro, el Gobierno de Tsipras acompañado por varios economistas y Premios Nobel que desmienten tales consecuencias por el mero hecho de votar.

Todo ello, junto al corralito que viven los ciudadanos desde el pasado lunes 29 de junio, ha invadido de miedo a los ciudadanos helenos. No hay que olvidar la cobertura nacional e internacional que los medios están haciendo de este momentos, pues muchos griegos se quejan de que tan sólo hacen campaña del #NAI.

Hay que recordar, también, que hay declaraciones de ciudadanos en las que aseguran que están recibiendo presiones por parte de sus empresas y jefes para que voten Sí. Aquí unas declaraciones de una ciudadana griega: “El jefe de mi hermana la ha obligado a  votar por el sí porque es política de empresa. Así que sí hay presión», aseguraba una ciudadana griega, quien también hablaba sobre su propia situación: “Mi jefe dice abiertamente a la gente que el votará por el sí y nos pregunta constantemente sobre qué vamos a votar».

Con este tsunami informativo los griegos terminan una semana de tensiones debatiendo en cada rincón del país. Es habitual ver discusiones y tertulias en la calle donde los ciudadanos debaten sobre la decisión que se debe tomar en las urnas, y sobre el futuro de Grecia después de este referéndum. Muchos pronostican una mayoría del «No» y otros tantos del «Sí». Pero de lo que sí están seguros la mayoría es de que no quieren volver a los gobiernos anteriores y que un resultado ajustado en este referéndum sería una mala noticia.

María Serrano, corresponsal en Grecia

@Maria_Serrano_