Spanair ha presentado ya el concurso de acreedores, con un pasivo de 400 millones de euros, y un ERE para los 2.000 empleados.

Y sus rivales se han puesto manos a la obra para hacerse con parte del negocio de la ya extinta compañía.

Vueling parece que será la más beneficiada, pues ya ha mostrado su disposición a aumentar su oferta de vuelos desde El Prat. Algo que se ha visto reflejado en la cotización bursátil de la aerolínea, que ayer subía un 25% en el mercado. Vueling espera captar un tercio de la cuota de Spanair, hasta conseguir –según previsiones de los expertos- cerca de dos millones y medio de viajeros.

También Ryanair quiere participar de esa tarta, y ya ha pedido vía judicial que se controle que la aerolínea catalana no recibe más ayudas durante los trámites legales.

Ahora se abre también el plazo para que se lleve a cabo el ERE que afectará a toda la plantilla, que ayer se reunía en asambleas.