Thyssenkrupp: “El impago es una problemática que existe ya en España”

Los últimos resultados presentados por la compañía alemana arrojaban unas pérdidas de 480 millones de euros en su primer trimestre fiscal, iniciado el mes de octubre pasado. Esos números rojos los achaca Thyssenkrupp a los costes de la puesta en marcha de una nueva planta en Brasil, una amortización en su negocio marítimo y, como es tónica habitual en la actualidad, a la merma que ha supuesto en la demanda la desaceleración económica en Occidente. “El primer trimestre de nuestro año fiscal ha estado marcado por un ritmo económico lento”, reconoce Encarnación Chapero Rueda. No obstante, la representante de Thyssenkrupp en España y Portugal destaca que en ese período han conseguido situar la contratación por encima de los 10.000 millones de euros y las ventas en 9.900 millones, todo a pesar de la escisión del grupo de su negocio de acero inoxidable. Con todo, la alemana prácticamente ha logrado mantener las cifras del año pasado.

Previsiones inciertas para el nuevo año fiscal

Encarnación Chapero Rueda subraya que, a pesar de las pérdidas que marca su primer trimestre fiscal 2011/2012, todas las áreas de negocio de Thyssenkrupp han reportado un EBIT positivo en esos tres meses, con la única excepción de Steel Americas. Para el conjunto de este ejercicio, la representante de la compañía en nuestro país y Portugal considera difícil realizar un pronóstico fiable de lo que puede deparar su negocio. “Nuestras perspectivas varían dependiendo de cada área de actividad. Con respecto a materiales, vemos signos alentadores en la segunda mitad de año en cuanto a precios y volúmenes. Aún a pesar de ello, la incertidumbre económica que vivimos hace imposible confeccionar una previsión precisa”, explica Chapero Rueda. El pesimismo viene por el lado de su negocio de componentes, ya que consideran que será difícil sostener el alto nivel de demanda que han venido registrando con anterioridad.

Débiles perspectivas para la economía española

En Thyssenkrupp aseguran que su negocio español se encuentra en buen estado, aunque “están notando los efectos de la crisis”. Según Chapero Rueda, el impago es un problema que “existe, aunque no es grave”. Ahora bien, la representante de la alemana en nuestro país traslada las pobres perspectivas que observan en el grupo con respecto a la evolución de la economía española en próximos trimestres. “En el corto plazo consideramos que la situación va a seguir siendo difícil, no vemos signos de mejoría”, explica. Pese a todo, Thyssenkrupp ha logrado en su último ejercicio fiscal unas ventas de 1.600 millones de euros dentro de nuestras fronteras. “España es el séptimo país en nuestro negocio mundial. Hay un compromiso fuerte de la compañía con este país”, sentencia la representante.