Todas las lecturas que sacamos tras este fin de semana de Formula Uno, a priori, deben ser muy positivas para los intereses de Fernando Alonso, pero si analizamos el estado de competitivo del F2012 surge alguna que otra preocupación. El Gran Premio de Singapour comenzaba muy flojo para Ferrari en las sesiones del viernes, aunque mejoraba con la gran calificación del asturiano en la clasificación del sábado. El domingo, fin de semana soñado respecto a los resultados, ya que Alonso se aupaba hasta la tercera posición final y Lewis Hamilton, su máximo perseguidor hasta ese momento, abandonada la carrera.

Con los números en la mano, este Gran Premio ha salido a pedir de boca, pero las palabras de Stefano Domincali y del propio Alonso, distan mucho de estas primeras sensaciones. En la fábrica de Maranello son conscientes que un título mundial se gana a base de victorias, y hoy en día, el F2012 no da opciones reales a Fernando para concluir cada cita mundialista en lo más alto del cajón. El directivo italiano insistía en que "lo fundamental es mejorar y darle a Fernando un coche para ganar carreras en ciertas condiciones. Hay que ganar de aquí al final porque con los podios no basta".

Por su parte, Fernando Alonso apuntaba más a la suerte que hasta el momento está teniendo respecto a sus competidores. El piloto asturiano señaló que esa suerte puede fallar, y que llegue un Gran Premio donde ni Vettel ni Hamilton se retiren, y será ese el punto donde las aspiraciones de Ferrari, de cara al mundial, se compliquen. Con suerte o sin ella, lo cierto es que Fernando Alonso lidera el mundial con 29 puntos de ventaja sobre Sebastian Vettel y 45 sobre Kimi Raikkonen, cuando quedan seis carreras para la finalización del campeonato.