Es que forman parte del complot

La verdad es que nos gastamos una tropa que es como para desfallecer a la primera de cambio. Me refiero a nuestros servidores públicos, que ni atinan, ni están por la labor de aprender. Por ejemplo, que Rajoy anuncie un recorte de 65.000 millones y que al día siguiente el Ibex seponga en plan zángano, o esquirol (elijan ustedes), y se deje más de un 2,5% a base de números rojos y pánico entre esos voceros oficiales llamados periodistas. Que es lo que somos, mal que nos pese.

Algunos de quienes tenemos el privilegio de una tribuna pública, hemos avisado en su momento que no hay recortes que valgan, y que el complot para reventar el país y desmantelar el Estado está calculado, y ejecutado con precisión de cirujano. Pero eso no tiene mayor valor científico que cierto análisis coherente de la realidad, tomando datos de ayer y de hoy, y proyectando con más o menos rabia lo que toca esperar en ese futuro que ya es presente.

 

En cambio, ellos, nuestra tropilla de reemplazo metida a estamento político, sí tienen herramientas. Tienen estudios de previsión económica y de análisis financiero. ¿Y de qué les sirven? Exacto, repitan conmigo: de nada. Así pues, igual que ellos actúan con nosotros imponiendo medidas que violan el pacto de ciudadanía, también yo violo la presunción de inocencia para concluir que si no aciertan es, en definitiva, porque forman parte del complot.