Ni una sola base racional

La traca viene ahora. Sigo citando: “pero en esto de la economía, y ya verá usted si se relee dentro de unos años, todos los textos suenan a lo mismo: horóscopos. Nunca hubo tanto lenguaje arropando tan poca cosa. Ni seguimos, ni vamos, ni avanzamos, ni recuperamos. Ni siquiera empeoramos”. Les recuerdo que no lo digo yo, que lo dice el lector que les comento. Prosigo. Prosigue: “Es mucho más simple (…) El sistema se asentaba sobre basura real, y ha aguantado hasta que ha podido”.

“Ni los salarios”, agrega este espontáneo del análisis económico, “ni el consumo, ni el gasto, ni las ganancias, ni nada de nada de los fundamentos estaba en línea con la ‘no demencia’ (…) Y así nos ha ido. Y no se ha hecho nada aún por sentar una sola base racional en nada. Así que no, no creo que se arregle nada de nada. Todo sigue igual de mal que al principio. Ni esto es una economía, ni hay nada racional en el juego”. Dicho lo cual, yo me quito el sombrero ante lectores así. Hacen falta más analistas que escriban en este idioma, todos los días, en todas partes.