El presidente y consejero delegado de la compañía, Matthias Müller, ha anunciado que las inversiones que no sean «absolutamente necesarias» se aplazarán o cancelarán

El expresidente de Porsche y actual consejero delegado de Volkswagen, Matthias Müller, ha anunciado este martes ante la plantilla de la compañía con sede en Wolfsburg que las inversiones previstas por el grupo van a ser revisadas a la baja tras el escándalo por la manipulación de los motores en 11 millones de sus coches.

«Revisaremos todas las inversiones planeadas, y todo aquello que no sea absolutamente vital será cancelado o retrasado», ha asegurado Müller, quien también ha señalado que van a reajustar su programa de eficiencia, algo que será «doloroso».

En su intervención ante un pabellón al que han acudido más de 20.000 empleados, Müller ha señalado que están contemplando «soluciones técnicas a los problemas» pero que las consecuencias financieras y empresariales «aún no están claras» porque esta crisis es, sobre todo, «de confianza».

Por ello, el directivo ha explicado que para salir de la misma va a ser necesario aplicar fuertes recortes aunque tratarán de conservar «la totalidad de los puestos de trabajo».

Por su parte, el presidente del comité de empresa del grupo, Bern Osterloh, ha indicado que el escándalo todavía no ha tenido consecuencias sobre el empleo pero sí tendrá efecto sobre las ganancias de las divisiones estratégicas de fabricación de vehículos y sobre los bonus que se pagan al personal.

Además, según fuentes cercanas a la compañía consultadas por Bloomberg, el grupo estaría pensando en distintas posibilidades que van desde reprogramar la centralita para evitar manipulaciones hasta cambiar los coches afectados por otros nuevos, una de las soluciones más extremas.

Asun Infante